lunes, 9 de abril de 2012

Entre el centelleo del cerezo en flor

Queridos parroquianos, daos por invitados a recorrer una ruta en la que podremos entrar en contacto con la efímera belleza del famoso cerezo en flor. Si bien en materia de cerezos es más conocido el Valle del Jerte, no es ni mucho menos la única región que ofrece estos espectaculares paisajes. La Vera, por no ir más lejos, también alberga la cereza entre sus cultivos más abundantes, junto con la aceituna y la castaña, entre otros frutos. 

La siguiente ruta (de 1 hora y media aprox.) se enmarca en la periferia de Pasarón de la Vera (Cáceres), bordeándolo por la falda de los montes situados al norte de la población, de noroeste a este. Mi padre (a quién veréis en algunas de las fotos) y yo recorrimos el pie de las montañas, donde todo está repleto de fincas cultivadas. A medida que se asciende en el terreno uno se va encontrando bosques, roquedales y otras manifestaciones de naturaleza salvaje y bellísima que podremos apreciar en nuestra próxima ruta, y ya os prevengo de que será mucho más movidita que ésta...

Pero cada cosa a su tiempo. Por lo pronto, os dejo disfrutar de un camino apacible y relajado entre la blancura de las flores del cerezo. 

Empezamos bordeando el pueblo por el noroeste y las laderas norte, que forman el arranque meridional del sector central de la Sierra de Gredos. Para que os hagáis una idea, todo esto no está a mucho más de un kilómetro del municipio. ¡La belleza del cerezo en flor a la puerta de casa!























Rodeados por todas partes de una blancura nívea, el día parecía más claro pese a que apenas sí salió el sol. A estas alturas, ya muchos cerezos han perdido la flor, que es sustituida por el fruto: la cereza, que de aquí a varias semanas estará lista para su recolección. Sin embargo, otros cerezos (especialmente, la especie conocida como "California", de la familia de las Picotas), aún nos deleitan con paisajes como estos. ¡Sigamos recorriendo el frente norte!

















Probablemente esta última foto representa el momento en que más nos alejamos del pueblo, que podéis divisar parcialmente al fondo. El cielo nublado impide que cada detalle se pueda apreciar con más claridad (eso, y la calidad de las fotografías, claro está).

















Aquí terminamos nuestra andadura por el norte de la población, pero ninguno de los dos caminantes estábamos conformes aún. Al este, a eso de dos o tres kilómetros de distancia, se extiende otra zona de cerezal especialmente bella, y allí nos encaminamos. En el transcurso de este camino, aprovechamos para sacar alguna que otra foto del valle de Pasarón, donde se ven las laderas norte que poco antes habíamos pisado.
















Y, ahora sí, terminamos nuestro periplo, una vez más, enmarcados de un blanco brillante. El cerezo en flor en toda su exuberancia.
















Esto no es más que una pequeña muestra de la ruta que acometimos en hora y media. Muchas imágenes se han quedado en el tintero, pues el material recopilado nos parecía francamente excesivo. Así pues, lo visto aquí es una selección que, esperamos, sirva como una pequeña muestra de los paisajes pasaroniegos en la floración del cerezo.

En la próxima entrada, podréis vivir junto a este par de caminantes una auténtica aventura por la cara más "salvaje" de la flora pasaroniega. Un recorrido en el que veremos grandes paisajes, así como el propio pueblo de Pasarón con, digamos, cierta "perspectiva". ¡Estáis invitados a acompañarnos!

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