La Guardia Civil "asaltó" ayer la sede de la SGAE, donde realizó un total de nueve detenciones a altos cargos de la asociación. ¿Las acusaciones? Apropiación indebida y desvío de fondos a empresas privadas. ¡Casi nada!
Entre los detenidos, se encuentra, ¡ni más ni menos!, Teddy Bautista, presidente de la SGAE. La relevancia de este hecho ha quedado mejor plasmada en las redes sociales que en los propios medios convencionales de comunicación. Tan pronto como se aireó la noticia, Twitter ardía de adelantos y comentarios sobre el tema; la mayoría, muestras eufóricas de alegría y satisfacción. Me gustaría destacar aquí un comentario del conocido profesor y blogger Enrique Dans, que decía: "Las reacciones a la detención de Teddy Bautista (aún no verificada) confirman que es una de las noticias más esperadas de España" (@edans). Por cierto, la detención de Bautista, ahora sí, ¡está verificada!
¿Realmente es una buena noticia? ¡Sin duda! Pero hemos de ser prudentes. Simplemente, se ha llevado a cabo un "primer registro" pero, ¿quién mejor que un ladrón experto para ocultar sus posesiones? ¿Quién mejor que un estafador para camuflar una estafa? ¿Quién mejor que un mafioso ricachón para comprar voluntades?
Por fin la ley empieza a actuar sobre un asunto que desde hace demasiado tiempo era un secreto a voces. Ésa es, desde mi punto de vista, la gran noticia: que el sistema judicial ha dado un paso hacia el fin de la corrupción y el juego sucio que pringa de lodo los productos culturales de este país. Una primera patada legal en la puerta de los derechos de autor mal entendidos. Una sacudida, en definitiva, a la institución que inspiró y promovió la infame Ley Sinde.
¡Esperemos que no sea la última! En palabras de Enrique Dans, "la abierta connivencia y la falta de control de la SGAE por parte de los sucesivos responsables del ministerio de Cultura debe ser la siguiente investigación. Sigamos tirando del hilo. El ovillo llegará".
Para una información más amplia y detallada, podéis consultar la siguiente dirección:
Podéis ver un vídeo sobre la noticia en esta dirección:
Por último, os dejo con un entretenido pasatiempo. ¡Hallad las 7 diferencias! (Si podéis, claro)
Fuente: telecinco.es |
Fuente: emezeta.com |
Ya era hora de que removieran toda la mierda que hay por la SGAE y se dediquen de una vez a lo que se supone se dedican, "proteger" al autor. Yo soy más partidario de la CC...
ResponderEliminarLo primero, disculparme por un comentario tan tardío...
ResponderEliminarla sgae está podrida y lleva tiempo haciendo daño. haciendo daño por no tener manga ancha para ciertas situaciones (una peluquería que pone la radio puede que legalmente debiera pagar canon, pero tampoco es para poner multas, ya que no es precisament eun lugar donde la música sea reclamo). Por su afán recaudatorio, por su falta de mano izquierda para tratar un tema complicado (aquel día glorioso de ramoncín llamando pajilleros a los usuarios de algunas páginas de internet...). Y ahora, cosa que no me extraña, por corrupción: una empresa privada (y que malamente funciona como una pseudocooperativa) que maneja recursos públicos, si no tiene un control constante, cae en abuso del ánimo de lucro. Además ha hecho mucho daño, porque en vez de hacer entender a la sociedad que el derecho de autor es un bien con valor, lo que ha hecho entender esque los autores somos unas rémoras que queremos cobrar por cada persona que se acerca a nuestra obra.
Ahora bien, defender la CC como opción única es defender que ningún trabajo intelectual pueda tener rendimiento económico directo (y eesto va desde una canción a una patente: si un investigador no puede sacar partido a un invento, nadie querrá financiarle su apuesta). Y eso hace que el gran beneficiario de un producto intelectual no sea su creador, ni siquiera quien le ayuda a distribuírlo, si no quien sepa apropiarse de él y sacarle rendimiento indirecto. Pongamos un caso: pones una licencia CC a una composición tuya. hay varios escenarios. a rihanna le gusta y decide incluírla en sus conciertos, donde, como señala tu autoría en unos flyers, no sacas nada de tu creación mientras ella se llena los bolsillos. A manos llenas. Digamos que pones una CC más restrictiva e impides el lucro directo o indirecto de la canción. Un grupo amateur canta tu canción en conciertos gratuitos y descubre que tiene éxito, cuando empieza a cobrar por sus conciertos resulta que no puede usar tu canción por la CC restrictiva que tiene. Decides que tienen derecho a utilizar tu canción, pero te deben dar una parte muy pequeña por su uso (para evitar la injusticia del caso anterior), ya que la creaste tú. entonces te das cuenta de que vas a aplicarles un copyright y tú estás en contra de ello y tu canción se convierte en una pieza muerta no utilizable más que por ti o en un elemento del que alguien saca dinero y tú no. La CC no se creó como modelo único, si no como modelo alternativo a l copyright, por el cual, si tú decides no aplicar el copyright y abrir los usos derivados de tu obra, no pueda venir otro y robar tu obra. Lo mismo pasa con el copyleft, que es una versión más dura y que se pensó para quesi un programador libera el código de su programa en beneficio de todos, no pueda venir una empresa y utilizar su trabajo para (retocándolo o no) sacar dinero y privatizar su autoría.
Recordemos que Cervantes no sacó casi ningún dinero del Quijote porque al no existir derecho de autor, su único sustento era vender el manuscrito en bloque en una sola venta. Como no tenía prestigio vendió barato y el editor consiguió un pelotazo a precio de ganga. Si seguimos con el ejemplo, tampoco sacó dinero del Quijote de Avellaneda, que, al no haber derecho de autor, pudo coger el personaje, apropiárselo y crear una constinuación de la historia.
No quedamos volver a la edad media, muchachos.
¡Gracias por los comentarios! Xermánico, estoy de acuerdo con lo que expresas en tu comentario. Es una pena que la mala gestión de una organización corrupta ensucie la idea de los derechos de autor, que sin duda son necesarios si queremos seguir disfrutando de las creaciones de los artistas e inventores. El tema es delicado, y estoy seguro de que la gente no se quejaría (o no nos quejaríamos) tanto de decisiones como la Ley Sinde si al menos supiésemos que esos fondos van donde deben ir, y no al bolsillo de unos cuantos mangantes.
ResponderEliminarPero también es cierto que no podemos perder de vista la realidad de que la caída de los derechos de autor será la caída de los autores, y de sus obras, claro está. ¿Quién financiará algo que luego no va a reportar beneficios? Por ello, es fundamental acabar con la corrupción y, después, encontrar un nuevo modelo de remuneración de los derechos acorde con unos tiempos que, queramos o no, nos llevan la delantera. Como bien dices, no pretendamos volver a la Edad Media.
¡Esperemos que le hagan una buena limpieza a la SGAE, pues falta le hace! Un saludo, y ¡gracias por el comentario!