jueves, 22 de septiembre de 2011

Ganadores del Concurso de Microrrelatos de la Librería de Javier

Amigos y amigas, ya se conocen los dos ganadores del Concurso de Microrrelatos que se organizó desde la Librería de Javier. Como se apunta en la página, un jurado compuesto por siete personajes relacionados con el mundo de las letras, a cuyo veredicto que se ha añadido el voto de los participantes a través de Internet, ha decidido que el Premio del Primer Concurso de Microrrelatos de la Librería de Javier ha recaído, ex-áequo, en los textos:


- Me olvidé incluso de colocar el marcapáginas, de Daniel Carrillo.
- De librerías, de “Roñas”.

Desde aquí quiero transmitir mis sinceras felicitaciones a los ganadores, cuyos textos descatan ciertamente por su originalidad de contenido, así como una destacable calidad narrativa. Sin duda, es un galardón bien merecido en ambos casos. Y todo ello sin desmerecer los textos de otros autores que tuve la oportunidad de leer en la web de la Librería de Javier, donde, gracias al detalle del administrador, todos pudimos disfrutar con los microrrelatos de todos los participantes. Y debo añadir que había, a mi juicio, gran calidad en el conjunto de los textos presentados.
A continuación os dejo los microrrelatos ganadores. Leedlos, disfrutadlos, degustadlos, sacadles todo el jugo y no olvidéis que el microrrelato es uno de los géneros literarios más exigentes y, a la vez, menos directivos con el lector, puesto que es éste quien construye todo un universo a partir de la imagen proyectada por unas pocas palabras.
¡Un gran saludo!

Microrrelatos ganadores

Me olvidé incluso de colocar el marcapáginas
 Era un capítulo de acción vibrante y yo pasaba las páginas del libro con frenesí, acercándome a la resolución del enigma, atrapado una vez más en la búsqueda del desenlace. Entonces salió de la ducha, pasó a mi lado de camino a la habitación y en el último momento giró levemente la cara para mirarme de reojo. Me olvidé incluso de colocar el marcapáginas.
 
Autor: Daniel Carrillo


De librerías
 No me gustaba ir a firmar libros a las librerías porque en cuanto los lectores me conocían dejaban de leerme. A veces, venían algunas madres y me atribuían hijos ilegítimos. Algunas señoras mayores, después de estampar mi autógrafo en sus novelas, me preguntaban si también era médico. Otras veces, se presentaban acreedores para que les extendiera cheques. Un día me convencieron para acudir a la librería de Javier. Y para mi sorpresa descubrí, que en la tercera fila, estaba mi esposa esperando para que le firmase el divorcio.
 
Autor: “Roñas“


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