martes, 18 de diciembre de 2012

"Taller de androides" publica mi relato "Pecado Carnal"

La web "Taller de androides", un espacio literario abierto a todo el que desee publicar, ha sacado a la luz uno de mis relatos, "Pecado Carnal". Si he de ser sincero, es uno de mis favoritos entre todo lo que he escrito últimamente, la mayor parte de ello no publicado. El relato pretende ser una humilde reflexión acerca del voto del celibato sacerdotal que aún se empecina en defender la Iglesia católica. Creo que el tema está bien perfilado, aunque no con toda la profundidad que merece, por tratarse de un relato corto. Sin embargo, lo mejor es que juzguéis vosotros mismos.


"Taller de androides" atesora muy poco tiempo de existencia, el suficiente, no obstante, para pintar maneras y convertirse en uno de los espacios literarios de referencia en un futuro no muy lejano. Será un punto de encuentro para la ficción, pero también para reseñas y menciones. Como su propio rótulo indica: 

Utilizamos todo tipo de sistemas y herramientas para reparar vuestros cuerpos. Para las mentes y almacenes de memoria, el sistema gratuito recomendado: leer las ficciones publicadas en este taller. Después, dejarse llevar. Además, referiremos escritos de otros publicantes, en otros talleres o libros.

Será un espacio de reparación en todos los sentidos, de descanso, tal vez de excitación intelectual. Los sistemas están listos, los tornillos han sido apretados, los motores trabajan sin descanso. ¿Estáis preparados para pasar por el taller de androides?


lunes, 17 de diciembre de 2012

Nueva reseña a "Vuelo de libélulas", a manos del escritor Pedro Pujante

Pedro Pujante
El reconocido escritor Pedro Pujante, autor, entre otras obras, de los libros de relatos "Espejos y otras orillas" e "Hijos de un dios extraño", ha reseñado en su web la novela de este posadero, "Vuelo de libélulas"

Según Pujante, se trata de "una novela bien construida, en la que los capítulos desordenados cronológicamente no dificultan su lectura; con grandes dosis de introspección y un argumento imperecedero que consigue llegar al lector. Con un estilo claro y directo, Juan Luis Vera promete ser una de las figuras literarias más prominentes del panorama actual."

Aquí os dejo la reseña completa, no sin antes agradecer a Pujante, de todo corazón, sus amables palabras. 



 

sábado, 15 de diciembre de 2012

José Villalba Garrote presenta su novela "Gente Fetén"

- A mí me da igual, se acabó.
- Debe entender a mi marido, toda la vida... toda la vida igual. Pero Manolo, esto es diferente, está en juego la vida de tu hijo.
- Que le den mucho por culo, que lo maten de una vez. ¡No, ya verá como no lo matan, no!
- ...
José Villalba Garrote
Con estas palabras arranca la novela "Gente Fetén" de José Villalba Garrote, una obra más que recomendable que navega entre el realismo sucio europeo y la novela negra, o el "supergénero negro", como apostillaba durante la presentación Carlos de Tomás, escritor y representante de Chiado Editorial para este evento.
Se trata de una novela donde el humor se hace continuamente presente, al igual que una profunda y meditada crítica social sabiamente engaladanada de cruda ironía. Villalba Garrote no se queda en lo superficial, mas tampoco pretende darnos lecciones morales. Su factura literaria se caracteriza por presentarnos personajes tan callejeros como el asfalto, en cuyas palabras y ademanes el lector encuentra una fiel representación del absurdo social y la superchería. "Crónicas de la farándula desde un lugar equivocado", reza el subtítulo de la novela. En esta obra, Zamora se convierte en el escenario de una alocada historia de corrupción y crímenes. Una obra sorprendente, quizá cercana al trabajo de Vázquez Montalván, que hará reír a todo aquél que decida leerla.
Fue un placer compartir con los escritores Carlos de Tomás, Carlos María Cabrerizo, Jairo Prieto y, cómo no, Villalba Garrote, una noche mágica en la que, pese al viento y la llovizna ininterrumpida, la biblioteca de Zamora no dio abasto para tanto público como acudió. Un éxito bien merecido. Desde aquí, mi afecto y más sincera enhorabuena a Villalba Garrote por concebir este "mosaico del vanidoso paisanaje del mundo mediático". 
Título: Gente Fetén
Autor: José Villalba Garrote
Editorial: Chiado
ISBN: 9-789896-979539

domingo, 9 de diciembre de 2012

Entrevista a María, Madre de Dios

Hoy estoy en racha. Apenas acabo de dar por finalizadas las reformas en La Posada, con sus secciones recién sacadas del horno, y ya estoy estrenando nueva sección: "Entrevistas anacrónicas". Y lo cierto es que no me puedo quejar, pues abrimos este nuevo espacio con una invitada divina. Me refiero a María, la Madre de Dios. Procedo a transcribir la entrevista que tuve el privilegio de hacerle ayer mismo, por la mañana. Debía de estar de día libre, coincidiendo con la festividad de la Inmaculada Concepción, y decidió pasarse por Salamanca.



María, Madre de Dios
Juan Luis Vera: María, ha sido una sorpresa encontrarla paseando por las calles de Salamanca, y un privilegio que haya tenido a bien concederme esta entrevista.

María, Madre de Dios: El privilegio es mío. Nunca nadie me había entrevistado, por mucho que haya quien se ha hecho famoso diciendo que aparecí en no sé qué gruta y habló conmigo. ¿A quién se le ocurre? Con lo que me gusta a mí la ciudad, ¿qué pinto yo en una gruta dejada de la mano de Dios?

J.L.V.: Y bien, ¿suele venir mucho por estos lares?

M.M.D.: Para empezar, no me gusta la palabra que has utilizado porque hace referencia a dioses paganos. Contestando a la pregunta, no vengo mucho por estos mundos de Dios debido a que no tengo tiempo. Sin embargo, sí que me gusta bajar a Salamanca. Aquí me siento muy querida por la gente, la verdad es que es una ciudad que siempre me ha tratado muy bien, no como en Sumatra, donde tienen la fea costumbre de chupar la sangre de las vírgenes. Hay a quién le gusta, pero a mí me parece totalmente antihigiénico. Luego me tiro refregándome la piel dos semanas.

J.L.V.: ¿Qué es lo que más le gusta de nuestra ciudad?

M.M.D.: Que tiene mucha vida y mucha cultura. Siempre que vengo, me gusta ir a ver algún teatro, o espectáculos de danza... Me encantan y, como me elevaron a los Cielos a muy temprana edad, me siguen haciendo descuento con el carné joven. ¡Es una gozada! También me gusta mucho la noche salmantina... Como he dicho, es una ciudad con mucha vida. ¡Y deja de tratarme de usted, que soy joven!

J.L.V.: De acuerdo, lo intentaré. ¿Hay algo que no te guste de Salamanca?

M.M.D.: Bueno... Pues verás, a mí es que me encanta pasear tranquilamente por el casco histórico, y digamos que el paseo se entorpece un poco cuando tienes una docena de señoras mayores cacareando cerca de tu oído, o parándose a besarte pies y manos. No te imaginas lo que cuesta andar con ocho bocas besándote los pies al mismo tiempo. Pero bueno, es lo que hay. ¡Gajes del oficio! (Sonríe)

J.L.V.: Tomen nota, señoras. María, ¿podría contarnos algo de su Hijo? ¿Qué tal le va a Jesucristo?

M.M.D.: Bueno, así así, regularcillo. La verdad es que el niño no levanta cabeza desde lo de la crucifixión. Lleva dos mil años como ido, en el limbo... No reacciona ante nada, no se entera de nada, se le olvida todo, hay que hacérselo todo... Una pena. ¡Y menos mal que Dios utilizó sus influencias para sacarle del infierno al tercer día! Si no, yo no sé qué hubiera pasado. Mira, de las pocas veces que habla, cuenta unas cosas de las duchas del averno que ponen los pelos de punta.

J.L.V.: Vaya, lo siento. Tiene que ser muy duro para una Madre ver a su Hijo así...

M.M.D.: Dos mil años van ya de tener que estar pendiente de Él día sí, día también. Porque Dios, claro, está muy ocupado dirigiendo el mundo, así que me encargo yo de todo. ¡Qué guerrita me ha dado este Hijo mío, madre! Primero se escapó de casa, que ya podía yo buscarlo entre otros niños, si se había metido en el templo con un montón de viejos, que ya me dirás qué pintaba allí. Luego se echó esos amigos tan raros que no me gustaban ni un pelo, empezando por ese Simón Pedro que no le dejaba ni a sol ni a sombra. Y ahora esto... Pero bueno, es la Voluntad de Dios. Lo que hago es escaparme algún día, como hoy, y así me despejo un poco, que me viene muy bien. Dejo al niño al cuidado de María Magdalena, que hacen muy buenas migas, y listo.

J.L.V.: María, es usted la única mujer del mundo seleccionada para ser la Madre del Verbo. ¿Cómo recibió la Buena Nueva?

M.M.D.: Pensé que era coña. (Risas) En serio, cuando vi al arcángel Gabriel entrar por la ventana -que, por cierto, como era tan pequeña, se dio un chocotón en la frente de aúpa- (Risas), cuando lo vi entrar, me dio la risa. Delante de un arcángel, y yo desternillándome, qué vergüenza; siempre que me ve por el Cielo, me lo recuerda. Pero luego, cuando vi que no estaba colgado de ninguna cuerda... te lo voy a confesar: me oriné encima.

J.L.V.: ¡Eso no se dijo nunca en los Evangelios!

M.M.D.: Porque insistí yo en que no lo pusieran, que si no era lo primero que querían incluir los muy canallas. Pero ya me da igual. Con los años una va aprendiendo a relativizar, a no tomarse las cosas tan en serio y a reírse de sí misma, que es lo más sano que hay. Antes yo guardaba todas esas cosas en mi corazón, y ahí se enquistaban. Ahora lo saco todo fuera y lo dejo volar. Es mucho más saludable.

J.L.V.: Una gran reflexión. Por lo que nos cuentas, entiendo que no esperabas el honor de ser la Madre de Dios, ¿verdad?

M.M.D.: ¡Ni mucho menos! Yo quería ser bailarina. Engendrar al Hijo del Hombre no entraba en mis planes. Ya lo dice el refrán: "el hombre propone y Dios dispone". Y así fue.

J.L.V.: Quizá sea la siguiente una pregunta difícil, pero la haré igualmente. Si tuviera que destacar algún momento muy especial en su vida, ¿cuál sería?

M.M.D.: Umm... Destacaría dos. El primero, el día que mi padre me enseñó a montar en burro. (Sonríe) Recuerdo que me confié en cuanto me vi un poco suelta y caí de cabeza a una charca cuando el burro salió corriendo. ¡Cuánto nos reímos! Me sentí muy unida a mi padre, lo disfrutamos mucho. Y el segundo es sin duda la Natividad de mi Hijo. Aunque tuviera que nacer entre animales, rodeado de paja y estiércol, fue una noche mágica y la recuerdo con muchísima ternura. Luego llegó una panda de pastores de las montañas, totalmente ebrios, preguntando por no sé qué estrella que venían siguiendo, y lo jodieron todo. ¡Ah, no, espera! Los de la estrella fueron los tres travestis, vaya pintas que traían. No hacían más que decir que eran "los reyes del oriente", pero te digo yo que eran unas locas de mucho cuidado.

J.L.V.: Parece que la historia nos ha llegado un pelín distorsionada.

M.M.D.: Siempre pasa lo mismo. No olvides que son hombres los que escriben la historia de los hombres. Dios no se mete en esos mejunjes.

J.L.V.: ¿Y cómo cree que...?

M.M.D.: Perdona. Me está gustando el rollito este de la entrevista, pero es que, entiéndeme, sólo tengo un día libre cada 100 años y me gustaría aprovecharlo al máximo.

J.L.V.: Por supuesto, lo comprendo, aunque es una pena, la verdad.

M.M.D.: Voy a ver un espectáculo de ballet que empieza en media hora y veo que voy muy justa de tiempo. Si nos vemos en el próximo descenso, seguimos con la entrevista, ¿te parece?

J.L.V.: Difícil lo veo pero, en cualquier caso, ha sido un placer hablar con usted.

M.M.D.: Lo mismo digo. ¡Y deja de tratarme de usted, que soy una chica joven... y virgen. (Guiña un ojo y se marcha)


La imagen de María ha salido del siguiente sainete (o sketch, para los no tan clásicos) de Muchachada Nui, con el que ponemos el colofón a esta entrevista. ¡Disfrutadlo!

 



Reformas en La Posada

Con motivo de nada en especial, he decidido hacer reformas en La Posada. Toda una osadía, diría yo, tal y como está el panorama inmobiliario. Pero estas obras, desde mi punto de vista, eran perentorias casi por peligro de derribo o, como rezaba cierto cartel que en su día tuve la tentación de agenciarme para colgarlo en la puerta de mi casa (no lo hice, lo prometo), por "peligro indeterminado".

La cuestión, en el fondo, es meridianamente simple. Los contenidos de La Posada son muy distintos hoy a lo que eran cuando este establecimiento se puso en marcha. La Posada ha ido creciendo, alimentándose, desarrollando sus propias ramificaciones... hasta que, desde hace ya un tiempo, me he encontrado ante un formato de "estancias" que ya no se ajustaba a la realidad. Las viejas etiquetas eran a las entradas como un traje obtuso: algunas sobraban se mirase por donde se mirase y otras reventaban de contenidos dispares, como un gran cajón de sastre.

Básicamente, y salvando otros cambios menores, la modificación ha consistido en sustituir las viejas estancias por secciones propiamente dichas. Más exhaustivas. Más claras. Más intuitivas. Algunas únicamente han cambiado de nombre: por ejemplo, el "Recibidor" es ahora la sección "Noticias", y la "Azotea" ha sido rebautizada como "Reflexión". Sin embargo, en la mayoría de los casos se ha configurado una nueva estructuración. Tanto es así que, si bien he querido rescatar 13 secciones como las más representativas, La Posada arroja a día de hoy un total de 126 secciones o, mejor dicho, etiquetas, que han sido la base para generar las antedichas secciones.

¿Qué ocurre ahora con las entradas pretéritas, inicialmente rotuladas con el marbete de las estancias? Nada, pues todas han sido re-etiquetadas según la nueva distribución. Pienso que así serán más fáciles de encontrar, basta con pinchar sobre una de las secciones de la izquierda para que se muestren todas las entradas relacionadas. Vamos, lo normal.

Arriba, en la pestaña "Secciones", he dejado un resumen de las mismas. 

¡Bienvenidos de nuevo a La Posada! La nueva Posada, tras las reformas. Espero que ya nadie se me pierda por aquí dentro, como ya pasó alguna que otra vez.

Un gran saludo,

El Posadero