domingo, 29 de abril de 2012

Próxima presentación de "Vuelo de libélulas", en pleno centro de Salamanca

Vuelo de libélulas se adentra en la vida de un joven de tendencias ideológicas extremas que verá su mundo tambalearse ante algo tan sutil como el vuelo de una libélula...

El próximo viernes 4 de mayo, a las 21:00 horas, la librería-joyería La Nave (C// Compañía, 14, Salamanca) acogerá entre sus muros la presentación de la novela "Vuelo de libélulas", escrita por Juan Luis Vera, un jovencísimo escritor afincado en Salamanca, siendo ésta la ciudad en la que transcurre precisamente la obra.

Juan Luis Vera es un observador y admirador incansable de la complejidad de las relaciones humanas. En su obra confluyen situaciones y personajes con los que más de una vez el lector se sentirá tentado a detener la lectura para realizar un inevitable ejercicio de introspección. La concienzuda elaboración del mundo interior de cada personaje, así como la claridad y la sencillez con que logra aproximarlos a la experiencia del lector, son algunos de los rasgos más reseñables de esta novela. Una obra que, lejos de perderse en florituras innecesarias, explora la crudeza de una realidad más cotidiana de lo que parece, cargada de implicaciones sociales: el poder que ejercen ciertos grupos socio-políticos sobre personas psicológicamente vulnerables.

La novela cuenta la historia de un joven que ha pasado toda su adolescencia inmerso en un grupo de extrema derecha, cuyas convicciones comienzan a resquebrajarse cuando es admitido en la universidad. Hasta ese momento, su mundo había sido única y exclusivamente su partido político. Ahora, sin embargo, entrará en contacto con otras formas de pensamiento y se enfrentará a una crisis de gran envergadura: dejar atrás a su único grupo de amigos y reconstruir su propia identidad.

Esta novela es una ventana abierta a la comprensión de un mundo que muchas veces se nos presenta plagado de sesgos y generalidades.

EladioMartín, crítico literario, ha apuntado sobre "Vuelo de libélulas" que “se trata de una novela corta de una factura impecable, original en el planteamiento estético, porque obliga al lector a esforzarse en el desbroce de la trama dislocando la línea lógica capitular y ofreciendo, como él [Juan Luis Vera] ha señalado, una obra como si fuera un álbum de fotos, fotografías descritas con un lenguaje sencillo y sin artificios ni barroquismos de principiante."

Tras la presentación el autor invitará a todos los asistentes a tomar un vino y charlar sobre el libro.
Como siempre la entrada será libre y gratuita.

jueves, 12 de abril de 2012

La ciudad gris y otros relatos. Autor: Carlos de Tomás.

"Entre la oscuridad y la novela negra", ésa es la frase que acompaña al título de esta obra imprescindible del género negro. Y es que, con esta obra, La Posada se sumerge en la más siniestra oscuridad, en las sombras, en la inquietud de una acuciante incertidumbre. Tanto que el presente texto, pese a ser netamente propio de los Aposentos, se ha ganado lucir cum laude la etiqueta de los Establos, el lugar reservado a lo perverso y a las conspiraciones.

Carlos de Tomás es un escritor eminentemente negro. Su narrativa se halla plagada de personajes cuya negrura sorprende incluso a los duchos en dicho género. Así, Otto Lecmar Sads, diplomático y escritor, expresa en el prólogo de la obra que hoy comentamos que "en los relatos y novelas de Carlos de Tomás, unas veces el mal se posa en la acción prolongada y final, otras veces se trata del propio escenario, del decorado; la sociedad embebida del mal empapa al protagonista y éste comete la maldad sin ser consciente de ello".

Desde mi punto de vista, Carlos de Tomás es un experto en la radiografía del mal. En muchos de los relatos que componen este volumen, los personajes presentan un retorcimiento moral que raya lo impensable, pero no lo alcanza. En otras palabras, pese a que no siempre resulta fácil creer que tales personajes puedan existir en la vida real, lo cierto es que existen y no es de extrañar que nos crucemos con ellos a diario, inconscientes de lo que sus particulares mentalidades elucubran.

Quizás lo más interesante es que Carlos de Tomás en ningún momento cae en el cliché del malo simplón, que hace el mal porque sí y disfruta con ello. En sus relatos encontramos una profunda incursión en el mundo interior de los que solemos llamar "malhechores", desde el personaje que atesora una carrera criminal porque está convencido de estar entregando su existencia a la consecución de un bien superior hasta aquél que jamás sabrá que lo que ha hecho es éticamente inaceptable. ¿Dónde están los límites del bien y del mal? ¿Acaso existen? ¿Podemos decir que haya cosas universalmente malas y buenas? ¿O más bien cada persona construye su propio código en el que distintas cosas pueden estar bien o mal? Lo aceptable no es algo estático e inamovible, según se deduce de La ciudad gris y otros relatos, sino un concepto con numerosas caras, siendo algunas de ellas especialmente oscuras.

Es también digno de mención el acierto del autor en el uso del lenguaje, que coadyuva y mucho en la configuración del ambiente adecuado a cada relato, a cada personaje, a cada situación. Tanto en esta obra como en otras que ha publicado, como El cuaderno veintiuno, el lenguaje y la estructura se resisten ligeramente en un primer momento, pero luego van envolviendo al lector de manera imperceptible hasta que, en la recta final, le atrapan sin escapatoria posible. En esta misma línea, algún crítico ha dicho de Carlos de Tomás que sus novelas empiezan despacio hasta que, a partir de un determinado momento, se enciende la mecha y ya se tornan imparables hasta culminar en una explosión final. Pienso que también es algo que se aprecia en estos relatos, especialmente en la novela corta que sirve de colofón a la obra, Paisajes de ceniza.

La ciudad gris y otros relatos nos ofrece un compendio de siete relatos y una novela corta los cuales, pese a sus peculiaridades, confluyen en varios puntos comunes, como los escenarios grises, el estudio de personalidades devastadas y el dibujo certero de una sociedad decadente cuya ruinosa realidad moral se atisba en cada cruce, esquina, portal o callejón; una decadencia aterradoramente tangible que ubica al malhechor en la norma, no en la excepción.

Quisiera terminar aludiendo a la imagen que sirve de portada al libro y que considero de una elocuencia insólita. Esa perspectiva de caída en picado a un adoquinado grisáceo cuyo término se evapora bajo los dominios de la penumbra es a un tiempo una advertencia y una invitación difícil de rechazar. Tal vez eso es lo que representa para mí esta obra indispensable, y lo que trato de transmitir con esta mención: junto a la advertencia de una maldad fuera de lo habitual, mi invitación firme y convencida a la lectura de uno de esos libros que dejan huella.


 DATOS EDITORIALES
Editorial: Chiado (en papel) y Amarante (en e-book)
Número de páginas: 100
ISBN (edición en papel): 978-989-697-151-9
ISBN (edición en e-book): 978-84-939511-2-2

lunes, 9 de abril de 2012

Entre el centelleo del cerezo en flor

Queridos parroquianos, daos por invitados a recorrer una ruta en la que podremos entrar en contacto con la efímera belleza del famoso cerezo en flor. Si bien en materia de cerezos es más conocido el Valle del Jerte, no es ni mucho menos la única región que ofrece estos espectaculares paisajes. La Vera, por no ir más lejos, también alberga la cereza entre sus cultivos más abundantes, junto con la aceituna y la castaña, entre otros frutos. 

La siguiente ruta (de 1 hora y media aprox.) se enmarca en la periferia de Pasarón de la Vera (Cáceres), bordeándolo por la falda de los montes situados al norte de la población, de noroeste a este. Mi padre (a quién veréis en algunas de las fotos) y yo recorrimos el pie de las montañas, donde todo está repleto de fincas cultivadas. A medida que se asciende en el terreno uno se va encontrando bosques, roquedales y otras manifestaciones de naturaleza salvaje y bellísima que podremos apreciar en nuestra próxima ruta, y ya os prevengo de que será mucho más movidita que ésta...

Pero cada cosa a su tiempo. Por lo pronto, os dejo disfrutar de un camino apacible y relajado entre la blancura de las flores del cerezo. 

Empezamos bordeando el pueblo por el noroeste y las laderas norte, que forman el arranque meridional del sector central de la Sierra de Gredos. Para que os hagáis una idea, todo esto no está a mucho más de un kilómetro del municipio. ¡La belleza del cerezo en flor a la puerta de casa!























Rodeados por todas partes de una blancura nívea, el día parecía más claro pese a que apenas sí salió el sol. A estas alturas, ya muchos cerezos han perdido la flor, que es sustituida por el fruto: la cereza, que de aquí a varias semanas estará lista para su recolección. Sin embargo, otros cerezos (especialmente, la especie conocida como "California", de la familia de las Picotas), aún nos deleitan con paisajes como estos. ¡Sigamos recorriendo el frente norte!

















Probablemente esta última foto representa el momento en que más nos alejamos del pueblo, que podéis divisar parcialmente al fondo. El cielo nublado impide que cada detalle se pueda apreciar con más claridad (eso, y la calidad de las fotografías, claro está).

















Aquí terminamos nuestra andadura por el norte de la población, pero ninguno de los dos caminantes estábamos conformes aún. Al este, a eso de dos o tres kilómetros de distancia, se extiende otra zona de cerezal especialmente bella, y allí nos encaminamos. En el transcurso de este camino, aprovechamos para sacar alguna que otra foto del valle de Pasarón, donde se ven las laderas norte que poco antes habíamos pisado.
















Y, ahora sí, terminamos nuestro periplo, una vez más, enmarcados de un blanco brillante. El cerezo en flor en toda su exuberancia.
















Esto no es más que una pequeña muestra de la ruta que acometimos en hora y media. Muchas imágenes se han quedado en el tintero, pues el material recopilado nos parecía francamente excesivo. Así pues, lo visto aquí es una selección que, esperamos, sirva como una pequeña muestra de los paisajes pasaroniegos en la floración del cerezo.

En la próxima entrada, podréis vivir junto a este par de caminantes una auténtica aventura por la cara más "salvaje" de la flora pasaroniega. Un recorrido en el que veremos grandes paisajes, así como el propio pueblo de Pasarón con, digamos, cierta "perspectiva". ¡Estáis invitados a acompañarnos!